Fernando Bujones fue un bailarín y coreógrafo de ballet estadounidense de origen cubano. Nació en 1955 en Miami, Florida y comenzó su carrera en el ballet a una edad temprana. Se destacó por su técnica impresionante y su virtuosismo en el escenario, y pronto se convirtió en uno de los bailarines más reconocidos de su generación.
Bujones se unió al American Ballet Theatre (ABT) en 1974 y rápidamente se convirtió en uno de sus bailarines principales. Durante su tiempo en ABT, interpretó una amplia variedad de papeles, incluyendo los clásicos «Swan Lake», «Giselle» y «Don Quixote», así como también algunas obras contemporáneas. También fue invitado a bailar como solista en muchas compañías de ballet en todo el mundo, incluyendo la Royal Ballet de Londres y el Ballet Nacional de Francia.
Además de su carrera como bailarín, Bujones también se interesó en la coreografía y creó muchas obras para diferentes compañías de ballet. Su estilo único y su enfoque en la técnica lo hicieron muy popular entre los críticos y el público.
A lo largo de su carrera, Bujones recibió muchos premios y reconocimientos por su contribución a la danza. En 1986, recibió el premio Nijinsky por su carrera como bailarín y en 1998, fue nombrado Oficial de la Orden del Imperio Británico por sus méritos en el arte de la danza.
Desafortunadamente, Fernando Bujones falleció en 2005, a los 49 años, debido a una enfermedad. A pesar de su temprana muerte, su legado en el ballet sigue siendo fuerte y es recordado como uno de los bailarines más talentosos de su generación. Su dedicación a la danza y su habilidad para combinar técnica y emotividad en el escenario lo convierten en una figura inspiradora para muchos jóvenes bailarines.