Apolo

Apolo

«Apolo» es una obra de ballet clásico que fue creada en 1928 por el coreógrafo francés Bronislava Nijinska. La música es de Igor Stravinsky, quien también había trabajado con Nijinska en otras producciones previas. La obra tiene una duración aproximada de una hora y cuenta con cinco escenas que presentan diferentes interpretaciones de la figura mitológica de Apolo, el dios griego de la música, la poesía y el sol.

La primera escena, «Cantos de Apolo», muestra al dios alabándose a sí mismo a través de su música. Esta escena está repleta de arabescos y movimientos gráciles que realmente destacan la habilidad y la técnica de los bailarines. La música es animada y juguetona, y establece el tono general para el resto de la obra.

La segunda escena, «La Danza de las Musas», es una representación de las diosas griegas de las artes y las ciencias. Este número es vibrante y está lleno de vivacidad, con cambios constantes en la música y la coreografía. La escena es una oda a la creatividad y la belleza, y es una de las más esperadas por el público.

La tercera escena, «El Baile de Tersícrates», muestra a Apolo luchando contra un rival en un baile. Esta escena es intensa y llena de tensión, con una música que refleja la lucha entre dos oponentes. La coreografía es espectacular, con movimientos fuertes y precisos que realmente impresionan a la audiencia.

La cuarta escena, «El Baile de los Coros», es una celebración de la vida y la alegría. La música es vibrante y la coreografía está llena de movimientos alegres y alegóricos que reflejan el amor por la vida. La escena es una representación del poder de la música y la alegría en nuestras vidas.

Por último, la quinta escena, «El Descenso de Apolo», muestra a Apolo abandonando la Tierra y regresando a su hogar en el Olimpo. La música es emotiva y la coreografía es impactante, con bailarines que realmente transmiten la tristeza y la despedida. Esta escena es un recordatorio de la fugacidad de la vida y de la importancia de aprovechar cada momento.